Los manglares de México se
distribuyen en ambas costas del país; en la costa del Pacifico se desarrollan
desde Chiapas hasta la Baja California en la Laguna de San Ignacio, mientras
que en la costa del Atlántico se encuentran desde la parte sur de Quintana Roo
(en el litoral del Caribe) hasta la
Laguna Madre en el estado de Tamaulipas (Golfo de México).
Las áreas más amplias y
desarrolladas son las ubicadas en las lagunas costeras con una entrada
significativa de agua dulce y amplios estuarios. Estas áreas se encuentran
sobre todo en el Golfo en las lagunas que se forman en las desembocaduras de
los ríos más caudalosos de México, el Río Grijalva, Usumacinta, Tulijá y
Papaloapan como la Laguna de Términos, de Atasta, Pom, Machona, el Carmen,
Sontecomapan, Alvarado y Camaronera además de bahías y pequeñas lagunas como
las Bahías de San José, Espíritu Santo, de la Ascensión y las lagunas de
Campechén, Yalahua, Mandinga, de Tamiahua, la zona lagunar del Río Tamesí y del
río Soto la Marina.
En la costa del Pacifico los
bosques de mangle se encuentran
distribuidos a lo largo de la costa: en Chiapas, en la zona conocida como las
pampas de Maragato-La Cantileña, además que en los esteros de la Carreta y Palo
Blanco, en las lagunas el Mosquito, Encrucijada y la Joya; en la provincia de
Oaxaca estos ecosistemas se desarrollan en pequeñas zonas entre la Laguna Inferior
y el Mar Muerto además que en las
lagunas de Chacahua y Corralero; en Guerrero crecen en varias lagunas como la
Tres Palos y la Coyuca; en Michoacán de Ocampo se localizan sólo en pequeñas
áreas en la desembocadura de algunos ríos, como también en los estados de
Colima, Jalisco y Nayarit, donde desarrollan bosques de significativa
importancia en las lagunas de Agua Brava y Teacapan; en las costas de Sinaloa
los manglares crecen en esteros, bahías y en ensenadas, desde Mazatlán hasta
Los Mochis; en las provincias de Sonora y Baja California las especies de
manglar se encuentran muy localizados y prácticamente sólo en forma de arbustos
En México estos ecosistemas
pueden llegar a formar bosques muy densos y desarrollados, especialmente en los
humedales costeros de los deltas del Grijalva y Usumacinta en la provincia de
Tabasco y Campeche y en las lagunas costeras de Chiapas, donde los árboles
alcanzan los 30 m y las comunidades de manglares se extienden al interior en la
ribera de los ríos durante varios kilómetros. Con el aumento de la latitud, la
diversidad del ecosistema disminuye y las comunidades vegetales se desarrollan
en forma arbustiva. Las cuatro especies arbóreas más comunes en México
son: Rhizophora mangle (mangle rojo),
Laguncularia racemosa (mangle blanco), Avicennia germinans (sin. A. nitida,
mangle negro) y Conocarpus erectus (mangle botoncillo).
Muchas áreas de manglares en
este país han sido deforestadas a lo largo de los años para ceder el paso a la
agricultura, al ganado, a la acuicultura,
a la urbanización y al desarrollo turístico. También se han seguido utilizando
para sacar madera y leña mientras que las cortezas de Rhizophora, Laguncularia y Conocarpus se usan para producir ácido
tánico.
Todas las especies de mangle del país son vulnerables: son susceptibles
al cambio climático y al aumento del nivel del mar, en particular las especies del Golfo de México. También es
importante notar que a causa de los huracanes que impactaron las costas de
México en 2005 (Emily, Wilma, y Stan) una vasta extensión de manglares todavia
por establecer, fue dañada o perdida.
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